Proyecto Basura [Tres Acciones y Ejercicio Escritural]

PROYECTO BASURA

INVESTIGACIÓN A TRAVÉS DE SITE-SPECIFIC
EXPERIMENTO y ESCRITO: Cristian Espinoza
SUPERVISIÓN ESCRITO: Irene Accarini
BARRIO FLORES, Buenos Aires
Agosto – Noviembre 2012

INTRODUCCIÓN
El siguiente ensayo conecta dos ejercicios del Laboratorio llamado Basura y que está en desarrollo. Ambos ejercicios, el N°1 y N’3 son lecturas del territorio, lecturas en un sentido amplio que busca abrir la mirada a pliegues subyacentes que permanecen ocultos, y lecturas en tanto acciones de re-significación, es decir, de dar-lugar, en el sentido de vaciamiento planteado por Heidegger.

La conexión del ejercicio N°1 con contenidos revisados en Seminario Sicología del Arte impartido por Irene Accarini (posgrado MTPP- IUNA Artes Visuales) permite la configuración del ejercicio N°3 aún en ejecución y que hipostasia libremente aspectos del método analítico para construir un escenario de datos en apariencia in-significantes sustraídos de la calle, datos que en su conjunto configuran un mapa que permite establecer sugestivamente relaciones secretas entre estos datos y que como total dan cuenta de un territorio significante. También permiten dilucidar el dato central oculto, no mencionable, es decir, permiten entrever su hiancia.

En último término estos ejercicios formulados como laboratorio artístico-analítico me dan la osadía de plantear algunas cuestiones respecto a la cuarta cuerda de Lacán, esto es, la función artística, ya que las acciones planteadas en el ejercicio N°1 y N°3 pretenden producir una apertura a nuevas capas de lectura de un territorio obviado, capas que imponen de cierto modo nuevas fronteras alucinatorias, modificación del territorio deseado como mundo exterior, el cual aún sigue siendo eficiente y se incorpora como agregado al acto de pensar luego de ser actividad instintiva de observación.

PROYECTO BASURA – EJERCICIO N°1 – “Contenedores” –

franjaEJERCICIO
El ejercicio consistió en salir a deambular en la calle del barrio donde vivíamos hasta hace unos días con Cristina. En este deambular nos fijamos en la basura en las calles y también en la depositada en los contenedores. Decidimos tomar objetos de esa configuración llamada basura y reagruparla para des-territorializarla y re-territorializarla.

Registramos las acciones como documento-producto, porque el tiempo de ejecución era simultaneamente tiempo de exposición y constituía un leer en la medida que se ejecuta la intervención. Es decir, la intervención misma se dispone como un acto de lectura activa, lectura con empleo de la motilidad.

Lectura despojada de otra intensión que no sea la de orientación por imágenes a la manera de la relación con el autre (buscando despojarnos del lenguaje como recorte de los objetos).

ACCIONES
Hicimos tres tipos de acciones de re-territorialización:
*Suspensión de objetos-basura por cuerdas en tensión
*Reagrupamiento de Objetos-basura
*Apilamiento de objetos-basura
*Registro en video

OBSERVACIONES
Nos damos cuenta que la basura es un hecho componente de la calle tanto como la acera o los autos, un hecho en tanto una condición de clasificación de objetos: agrupación y tránsito de objetos.

La basura en las calles es como un río permanente en que sus partículas componentes cambian día a día.

Su temporalidad no supera el paso de un día, la acumulación de objetos está calculada implícitamente para que no haya un desborde, pero si una presencia que en la mirada no debería alcanzar a ser registrada, digamos que es censurada a la vista, su presencia es de un tamaño tal que no componga parte del paisaje que se figura en la percepción, lo suficiente para habitar ‘higiénicamente'(entendiendo lo higiénico como ideológico).

Decidimos visibilizar algunos elementos componentes de este archivo porque en nuestra intimidad sospechamos de «lo basura» de los objetos que tienen como destino esa forma de agrupación y tránsito. Creemos que no hay un razonamiento que lleve a una consistencia ontológica de lo llamado (clasificado) como basura (mucho menos funcional.)

La basura no existe, solo son objetos puestos en el lugar equivocado.
Lo basura de las cosas es una censura política del lenguaje llevada a la acción.

Por un lado vemos la des-carga simbólica de ciertos objetos singularmente atractivos al quedar en el archivo basura de la calle.
Dichos objetos son desprovistos de toda dignidad, valoración, potencia de conservación, en fin, quedan en un singular estado de pureza, liberados como formas, desprovistos de función alguna, elementos sin significado presente.

Por otro lado, ante nuestro acto de visibilizar ciertos objetos por reagrupamiento, acumulación, suspensión con cuerdas, etc. Re-territorializa su presencia como constituyentes de la topografía y sumatoria de los elementos que constituyen el todo llamado calle, constituyentes en tanto un pliegue invisibilizado de este territorio.

La Basura no nos interesa (en este ejercicio) en un sentido moralizante (higienismo, medioambientalismo, estétisismo romántico, etc.), sino simplemente como realidad formal y constituyente de la calle. No cuestionamos en esta oportunidad porque se decide que sea invisibilizada, sin embargo encontramos una pista de su censura en la función misma de la calle como contradictoria de quienes la habitan, y esto no solo en un sentido funcional, sino de excedencia simbólica, y por extensión económica y política (de esto hablaremos luego).

Nos interesa aquí por qué la basura no aparece vivamente en el imaginario pese a su movilidad y vitalidad, y en ese sentido nos interesa hacerla aparecer.

Finalmente nos mueve un cierto sentimiento de extrañeza (que nosotros como inmigrantes si sentimos) cuando aparecen estos objetos archivados como basura en una disposición tal que nos permiten observarlos de nuevo. De dónde venimos otros objetos constituyen basura.

Este sentimiento nos lleva a ejercitar lúdicamente, es decir, a re-des-cubrir los objetos, maravillarnos y re-disponerlos pensando que antes de su retiro final para formar parte de un vertedero oculto en algún lugar de la ciudad, este tránsito en la calle será un tránsito plástico, un último «uso» estrictamente escultórico, óptico y háptico de los objetos cuyo destino inevitable y próximo es la destrucción.
Cuando volvamos a nuestro origen, lo que llamábamos basura también nos producirá extrañeza, siendo señal de desarraigo y liberación de los contextos de lenguaje.

ESPECULACIONES:
Partimos definiendo el acto de habitar, esto sucede cuando se produce el «dar lugar» acción doble de leer y vaciar (lesen-leeren) que es el doble significado en la etimología de la palabra lugar. Aquí hablamos del Vacío (el VASO) en el sentido de encontrar el contenido en su libre devenir.

En el texto Arte y Espacio de M.Heidegger, éste formula que una de las maneras de espaciar es dar lugar vaciando.

Vaciar es tener una lectura a partir del potencial contenido, el lugar en este caso es leído y automáticamente espaciado a partir de la condición de interioridad, lugar contenedor.

También en la configuración del territorio existencial cuando hacemos aparecer la basura de un modo visible y plástico nos referimos a las relaciones de co-pertenencia que constituyen un espaciamiento(pliegue) devolviendo a la calle un elemento que le pertenece visibilizado y re-significador de la misma calle en su totalidad:

«Lo “inmediatamente” a la mano, señala Heidegger, no se trata tan solo del ente que comparece “antes” que otro, sino también del ente que <<está en la cercanía>>.

(…)EI ente “a la mano» tiene cada vez una cercanía variable que no se determina midiendo distancias. Esta cercanía se regula por el manejo y el uso del <<cálculo>> circunspectivo.

La circunspección del ocuparse determina lo que en esta forma es cercano considerando también la dirección en la que el útil es accesible en cada momento.»
(Heidegger, Martín, Ser y Tiempo, Cap. “El estar a la mano»)

En este sentido, nuestra acción es una reformulación de la circunspección del ocuparse de la llamada basura, por lo cual los objetos componentes del río basura al ser des-y-re-cifrados en una función plástica nos hacen poner en duda consecuentemente la eficiencia de la basura como recorte-signo y lo des-agregamos al acto de pensar reemplazandolo por una alucinación que nos es propia y eficiente. He aquí parcialmente un primer ejemplo de cuarta cuerda.

Sin embargo, en este caso no estamos frente a un autre nunca antes señalado, sinó que comparecemos frente a un sistema de archivo, es decir, frente a objetos ya «cargados» simbólicamente, entonces nuestra acción tiene primero que des-cargar de significado para re significar.

La función política de la basura
En este punto me interesa referirme al asunto de lo in-significante y lo significante:
La Basura de la calle como registro existencial del habitante de las ciudades aparece en tanto que hecho medido para no ser percibido como un archivo de significados, operando estrictamente sobre el inconsciente, siendo registro de significantes, casi como cuando, citando lo que dice Krause de Ruskin sobre la audición de un idioma extraño «se puede reconocer su calidad puramente gutural, liquida o melosa», es decir estamos frente a una lectura muy pura de significantes, anteriores a cualquier significado, ya que el significado presentado es de anulación de su presencia, como cuando Freud ve en la censura, en la resistencia (en este caso lo basura de los objetos) la pista para las ideas latentes (en este caso el trasfondo del habitar mismo), porque si este habitar no ocultase algo la basura ni siquiera existiría como sistema clasificatorio a la vez que de ocultamiento.

¿Qué es lo censurado, resistido, que se encuentra latente en lo basura?

En la experiencia realizada la basura (expuesta en su plasticidad) completa lo que se puede leer (vaciar) de una calle, y al completarlo evidencia el derroche plástico en el sentido de derroche de elementos que si forman efectivamente parte de la realidad total de habitar pero que por excedencia simbólica son anulados.

Se podría decir casi que el higienismo, más que un asunto de salubridad es un asunto de contención de significados que censura y cercena objetos que se tornan inclasificables por su exuberancia y desborde de posibilidades. Como si la existencia en las ciudades tuviese un límite de lectura (vaso limitado) después del cual ya no hubiese posibilidad más que la anulación.

La pista de nuestro ejercicio es sencilla, para nuestra lectura-acción se requiere tiempo y ocio, cosa de la que carece la configuración primera de la calle, diseñada (como tour de force) para la circulación rápida de autos e individuos. Por tanto, la política general que da origen a la metrópolis desde la revolución industrial, por economía simbólica requiere una política contra los excesos, y por tanto, una forma de anulación a cualquier desvío o fuga de la cadena producir-consumir. Para esto nace el desechar como “compleción” del circulo entrópico capitalista.

La función de la cuarta cuerda de Lacan
Aquí retomamos para completar la aventura – reflexión en torno al misterio de la cuarta cuerda.

Como se señala en la paradoja de la cuarta cuerda, la formación de la vida intelectual que constituye el aparato síquico de nudo borromeo figurado por Lacan es en su origen una renuncia a las percepciones propias de la vida instintiva por razones de supervivencia.

Freud dice bien que la función primaria del aparato psíquico alucinatoria y excitante es confinada a un inconsciente no diurno ni motriz, y esto es por una decisión colectiva de supervivencia que se ha prolongado como cultura-lenguaje. El acto de pensar, en este sentido no es más que un recorte de cierto campo alucinatorio eficiente en desmedro de un amplio espectro de alucinaciones (en tanto que posibilidades de excitación por la percepción salvaje del autre).

La función artística es, en el caso de este proyecto, un mecanismo que comienza con la sospecha del objeto recortado por significado, seguido de acciones de des-significación, establecimiento de relaciones desde una percepción intuitiva (lo más posible) accionando con el propio cuerpo para abrir más el deseo alucinatorio censurado, habitar el territorio del real (relacionarse salvajemente con autre), y finalmente un retorno al acto de pensamiento (como territorio- compartimento) con un nuevo significado-recorte que re-estructura todo el marco-lenguaje de percepción intelectualizada añadiendo un punto de fuga en el entramado de deseos (anticipaciones>trayectoria del sentidos de realidad.) Es decir, cambiando el destino de las Cosas.

En eso, la función artística no es distinta a la fase SR del análisis, momento que Lacán define así: “No es, como se cree, adaptarse a un real más o menos bien definido o bien organizado, sino hacer reconocer su propia realidad, en otras palabras, su propio deseo. (…) es hacerlo reconocer por sus semejantes, es decir, simbolizarlo.”
(Lacan, Jacques, Los Nombres del Padre, Cap.“Lo real, lo simbólico y lo imaginario»)

PROYECTO BASURA – EJERCICIO N°3 – «Escenario de Datos» –

PRE-TEXTO
Desde el ejercicio N°1 en adelante aceptamos como un hecho que la presencia del pliegue-basura inaugurado para nosotros como coperteneciente a la calle es producto de la acción de desplazar el margen alucinatorio del acto pensante, el que nos permite sensibilizar con objetos antes pasados por alto, invisibilizados por una censura de la que no queremos participar.

Esto quiere decir, que en la práctica artística llevada a cabo, no hay posibilidad de retornar a un leer anterior, y por tanto, ponemos en juego permanente nuestro sentido de realidad y nuestro quehacer político.

Paralelo al encuentro de nuevos objetos, aparece la metodología de Lacan, en que lo central se encuentra en lo subyacente, subyacente en tanto que solo se puede entrever creando un perímetro en torno a éste el cual permanece latente (la hiancia).

La observación puesta en lo subyacente se configura para nosotros como concepción de una manera de pensar analítica en que parafraseando a Freud:
 «hemos venido haciendo caso omiso de las advertencias en nuestras interpretaciones y hemos dedicado a los elementos más insignificantes e inseguros del contenido manifiesto la misma atención que a los más precisos (…)»
(Freud, Sigmund, La interpretación de los sueños, Cap.VII «psicología de los procesos oníricos».)

Formulo esto como pretexto para hacernos comprender en el sentido que la cadena de experiencias nos entregan un cierto tono de observación, el cual trajo ante nosotros el ejercicio que presentaré a continuación.

El ejercicio que será descrito en el siguiente fragmento hubiese sido imposible de relatar si la mirada puesta en la «basura» no hubiese permitido interpretar como «hallazgo» un día de semana cualquiera en el subte en que un chico mendigando colocó en mis manos el siguiente papel:

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Como será fácil de deducir, lo que tenía en mis manos era para nosotros un distinto tipo de «basura», una basura de lo más cotidiana e invisibilizada (lo que para nosotros es una pista), estaba frente a un objeto signado por palabras in-significantes.

EJERCICIO

ACCION1 – Recopilación de datos
He determinado una trayectoria; esta es la vivencia de los días martes, miércoles y jueves en que he transitado desde mi antigua residencia hasta IUNA caminando > subte > caminando y viceversa.
He determinado que esta trayectoria se vuelva más que un recorrer, un recorrer recopilando datos.

Los datos son pequeños papeles con texto. La discriminación de los papeles los hago desde mi sensibilidad de habitar. Esta sensibilidad está afinada para poner a-tensión a los papeles pequeños, de apariencia in-significante que aparecen de varios modos distintos en el transito señalado.

[ des-a-tiendo los textos de señalética, publicidad de gran formato, las revistas de los kioskos y las pancartas]

Mi atención va tras los papeles con texto que presentan una determinada fragilidad, atiendo papeles que de antemano “parecen” basura visual, papeles de los que «nadie habla y nadie lee», esos cuyo transito entre la mano y el suelo es breve.

He recopilado varios papeles entregados por mano de personas mendigando, he sacado de cabinas papeles de prostitutas, abogados, del subte ticket de viaje, oferta de empleo, tarot, compra-venta de oro, números asociados a personas que ya no recuerdo que decían, etc.

Los papeles son hallados en distintos tiempos y lugares de esta trayectoria.

No ha habido posibilidad, por ejemplo, de recoger en un mismo trayecto dos papeles de mendigos, y tampoco he visto que distintos tipos de estos mensajes compartan el mismo sitio de exposición.

Esto me parece una oportunidad, porque mi primera tensión es buscar reunir estos papeles, como si en mi imaginario, dicha reunión se armara como un puzzle (es a la postre lo que haré.)
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ACCIÓN2 – Reunión de Datos
Hace una semana he terminado esta faena íntima de recopilación y he desplegado los datos de distintas maneras. Primero los he reunido por temáticas, forma, modos en que llegaron a mi, etc.

Decidí finalmente que los papeles podían ser dispuestos de una manera azarosa y tejidos entre ellos, induciendo una conexión secreta entre cada mensaje, construcción de una narración en base a hiper-texto. Conexión que solo seria desentrañada por las vías del significante.

Mi límite es ese, solo reunir y tejer los datos, no aportando una interpretación de significado, pero dejando en tono vibrante la posibilidad de que haya una lectura subyacente. Es decir, el encuentro con un elemento desconocido central (hiancia) que permanezca latente y produzca la unión de todos estos contenidos.

En lo que a mí respecta, este contenido que permanece latente y los reúne es algo verídico y por tanto el puzzle es a la manera del laboratorio analítico, entendiendo en esto que la calle se configura como sujeto y cada uno de estos elementos tienen la misma valoración en la búsqueda de un significante primordial que está en la gestación misma de la calle.
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ACCIÓN3 – Devolución [pendiente]
La labor se completa cuando los datos son devueltos a la calle. Son devueltos con la modificación de estar re-unidos y tejidos por un enjambre de líneas que señalan la relación de tensión entre ellos de la que hablamos en el segmento anterior.

[La devolución por el momento solo esta en la etapa de proyecto exhibiendo en el presente documento un foto montaje a manera de imagen-objetivo]

Para la devolución he escogido los carteles luminosos que son a la vez muretes en las paradas de colectivo.

En mi búsqueda del lugar de devolución me he encontrado que los carteles luminosos de los paraderos son diarios murales informales, dispositivos de superposición de palabra y atiendo esta variable como un diagrama que acogerá el escenario de datos mezclandose con este.

El proceso de tejido de datos que constituyen territorio significante no quedará entonces limitado a los mapas a realizar, sino que se expandirá por la mancha de capas de palabras que son soporte, diluiremos (siguiendo la lógica del soporte) por tanto texto y contexto.

Este dispositivo se ha presentado a nosotros como un descubrimiento en el sentido de nuestra a-tensión; y por tanto, es coherente con la dirección de nuestra búsqueda.
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METODOLOGÍA – Metodo Analítico –
< <Pocas veces me habéis comprendido, pocas veces os he comprendido yo, solo cuando nos encontramos en el fango pudimos comprendernos en seguida > >

Aquí las observaciones son incompletas, ya que la devolución no se ha hecho, es decir, solo parcialmente se puede imaginar este mapa del territorio significante. De lo que se puede hablar es de las observaciones mismas como procedimiento analítico hipostasiado del análisis clínico.

A continuación haré un recorte de ideas freudianas que se volvieron claves de procedimiento y que he estado esbozando desde el principio de este ensayo.
Dichas claves las acepto como método en el sentido que producen no solo la noción de escenario de datos en busca de una cartografía que haga aparecer lo latente, sino también como ruptura de cualquier estructura jerárquica aprehendida del «mirar». Un metodo entonces modificador de la acción de pensar en consonancia con nuestro propio juego inicial (Ejercicio N‘°1) de observación activa:

«Cualquier análisis podría proporcionamos ejemplos de cómo precisamente los rasgos más insignificantes[de la calle]resultan imprescindibles para la interpretación y del retraso que sufre el análisis cuando los desatendemos al principio»

«(…) puede demostrarse que cuando una serie de ideas ha dejado indeterminado un elemento, hay siempre otra que toma a su cargo tal determinación. Así, cuando nos proponemos decir al azar un número cualquiera, el que surge en nuestro pensamiento y parece constituir una ocurrencia totalmente libre y espontánea se demuestra siempre determinado en nosotros por ideas que pueden hallarse muy lejos de nuestro propósito momentáneo.»

«(…) Se hallan asociativamente enlazadas con el contenido, al que sustituyen, y sirven para mostrarnos el camino que conduce a este contenido, el cual puede ser, a su vez, sustitución de otro”.

A partir de esto, entendemos cada pequeño texto in-significante y aparentemente inconexo como portador de un contenido que ha sido substituido (ocupo deliberadamente la forma antigua de la palabra).

Ha sido substituído porque al igual que el recuerdo y traducción de un deseo inconsciente, estos textos para comunicarse deben pasar el filtro para ser atendidos por el otro. Unos ocultan más o menos las miserias que los llevan a su producción, pero en general, ninguno de los textos encontrados persigue una cosa distinta que la de vinculación a la cadena económica general aunque aceptamos que esconde la satisfacción de una carencia que se mantiene oculta.

Por eso me parecen tan parecidos los textos de abogados laborales, tarotistas y prestamistas. Pero hasta ahí llego en la observación porque aún subyace algo más profundo que es rodeado de engaño, ansiedad y miseria en cada uno de los papelitos, y que se codifica de otro modo en los tickets de subte cuando aparecen los escalofriantes códigos impersonales y la barra negra que sirve para entrar al tunel. Aquí ningún signo es despreciado:

«El desprecio de un elemento cualquiera trae consigo, en el analizado [en la calle], el efecto psíquico de impedir la emergencia de todas las representaciones indeseadas que detrás del mismo se esconden.”

En lo que sigue está la clave para construir el escenario de datos. Aquí encuentro un fundamento para comprender cada signo como fragmento asociable construyendo puntos de contacto para dicha concatenación:

«En lo (…) sucesivo podemos observar muchas veces que uno de ellos toma como centro aquello que en el otro sólo aparece indicado en la periferia, e inversamente, de manera que ambos se completan recíprocamente para la interpretación.»
«(…) nos dejamos llevar, sin que la dirección nos preocupe, por tales ocurrencias asociativas espontaneas, con la esperanza que al final (…) llegaremos hasta Ias ideas latentes de las que ha nacido [la calle como territorio]»

Y siguiendo a Freud decidimos entonces tejer cada fragmento ya que «la concatenación hará surgir en el análisis algunas ocurrencias que presentarán puntos de contacto con las de dicha concatenación»

«Siempre que un elemento psíquico se halla unido a otro por una asociación absurda superficial existe al mismo tiempo entre ambos una conexión correcta y más profunda, que ha sucumbido a la censura de la resistencia. »
Nuestra esperanza final entonces es que nuestro mapa de cuenta de «por medio de una asociación superficial, Ia asociación esencial», y dar cuenta entonces de los deseos ocultos y por realizar que dan movimiento a la calle como sujeto, forma de vida contenedora y reflectora de la actividad psíquica de sus habitantes.

ESPECULACIONES FINALES
«El objeto es por su naturaleza, un objeto reencontrado. Que haya sido perdido, es su consecuencia-pero retroactivamente. Y entonces, es rehallado sin que sepamos que ha sido perdido más que por estos nuevos hallazgos» y «lo que es encontrado es buscado, pero buscado por las vías del significante» (Lacan, Jacques, Seminario VII, cap. IX “De la creación de ex nihilo»)

Hemos construido un escenario de datos, y hemos para ello configurado un método de observación en consonancia con el método analítico. De este método se desprenden los elementos núcleos del escenario y el tejido que une los núcleos. Esto lo hemos desarrollado para salir a la calle y encontrarnos con nuevas dimensiones de la basura.
Hemos aceptado que el detonante de esta experiencia es un primer hallazgo, del que se habla en el fragmento PRE-TEXTO de nuestro ensayo, pero no hemos mencionado en profundidad que todo esto lo hemos hecho porque nuestra labor es ir tras la caza de significantes en la calle.

Antes de hablar de los significantes en nuestro escenario de datos señalaré  un ejemplo: En conversación sobre estos temas con la Artista-Analista Irene Accarini, que es tutora de este ensayo, le mencionamos que la Basura vista en el ejercicio N°1 nos parecía un río cuyas partículas se renovaban a diario, pero cuya forma final se mantenía imperecedera. También le mencionamos que la basura era evidencia de una censura ya que esta aun estando ahí era invisibilizada por los habitantes de las calles, comportandose indiferentes frente a ella, indiferentes en tanto a su riqueza objetual y sus infinitas posibilidades de aportación simbólica.
En ese contexto Irene nos señala que esto puede estar fuertemente encadenado al hecho que en Buenos Aires toda la configuración de las calles ha sido diseñada para darle la espalda al río de la plata.
Como toda ciudad fundada en el período colonial, Buenos Aires fue configurada en la ribera del río y por tanto este es su nutriente tanto material como simbólicamente, y sin embargo, de una forma inconsciente, sus habitantes fueron sistemáticamente dándole la espalda para que quedara finalmente negada y censurada.
Esta lectura que nos parece oportuna, surge como una sublimación de nuestra propia observación, en que vemos una pista para aproximarnos a una manera de habitar que es por supuesto en las vías del significante, ya que es el sujeto quien modela el significante, pues es su manipulador y conforma la manera en que se pone en relación a la Cosa.
Leemos entonces ya en este ejemplo un patrón o una estructura dramática en que subyace una tensión entre un consumo desmedido y un desecho derrochador de elementos no solo funcionales, sino, por sobre todo simbólicos.

Como contrapunto de esto que aparece como una interpretación breve del Ejercicio N°1, encontramos en el Ejercicio N°3 los textos in-significante, basura simbólica, invisibilizada a través de la indiferencia y que contienen un nivel distinto de esta primera relación consumo-desecho.

A los textos in-significantes los pretendemos sublimar en el Ejercicio N’3, poniendolos de manifiesto no solo como cadena de objetos en sí, sino como vaso que ha de ser llenado por quien sea testigo de nuestro escenario de datos, y que reconozca en ese tejido aquello que se mantiene como vacío y que podría explicar quizás no la razón de ser de la calle, sino la de sus contradicciones, la de su exposición de elementos no para ser vistos, sino para ser negados siempre contingentemente.

Como ya lo expusimos con anterioridad, hasta aquí llega nuestra labor, porque a diferencia del analista, no podemos llegar a cruzar el umbral de la interpretación, sino solo podemos hacer una mostración, porque así como atacamos algunos puntos ciegos de la ciudad con nuestra tarea de des-entrañamiento, deseamos exponer nuestros signos para que también estos sean vistos de los puntos que nos son ciegos a nosotros.

BIBLIOGRAFÍA
habitar – leer – vaciar – lo que está a la mano:
HEIDEGGER, Martín, Ser y Tiempo, Cap. “El estar a la mano”
HEIDEGGER, Martín, Caminos del Bosque, Txt. “Arte y Espacio”

significante – vaso – hiancia – lo subyacente:
LACAN, Jacques, Seminario VII, cap. IX «De la creación de ex nihilo”
KRAUSS, Rosalind, El Inconsciente Optico, Cap.1 “Uno”

deseos alucinatorios – acto de pensar – función artística – desplazamiento:
LACAN, Jacques, Seminario 23, El espíritu de los nudos, cap. II «De lo que agujerea lo real”
LACAN, Jacques, Los Nombres del Padre, Cap.“Lo real, lo simbólico y lo imaginario”

método analítico – insignificantes – constelación de elementos – latencia:
FREUD, Sigmund, La interpretación de los sueños, Cap.VII «psicología de los procesos oníricos».

Experimentos realizados en Barrio Flores, Buenos Aires durante el invierno de 2012
Escrito terminado en noviembre de 2012
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ANEXO 1 – ARCHIVO DE PALABRAS FRAGILES

ANEXO 2 – autres callejeros

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