ESTUDIO DE UNA FUENTE PARA EL ESPACIO DE UNA RUINA
INSTALACION EN SITIO ESPECÍFICO
TALLER BLOQUE – ESPACIO DE ARTE CONTEMPORANEO EAC, MONTEVIDEO
MEMORIA:
La siguiente instalación en sitio específico se arrima a un intercolumnio en un edificio perimetral de la excarcel de Miguelete.
Dicho edificio es la ruina de un antiguo taller de trabajos carcelarios que se derrumba lentamente y ocupa el lugar donde antes estaba el paredón de fusilamientos.
El sitio de la instalación es una ruina tanto física como espiritual, un espacio que da cuenta de nuestro fracaso en tanto que civilización, un lugar que me producía miedo y cansancio cuando comencé a frecuentarlo.
Ha sido construido ahí un muro para aprisionar y para matar hombres.
A través de un largo proceso -principalmente de meditación- he tanteado habitar ese espacio de espanto. En medio del camino he abandonado cosas, ideas, métodos, sentimientos. Por ejemplo, abandoné la necesidad de introducir procesos de diseño. Por primera vez he realizado un montaje que surge de hallazgos e intuiciones muy crudas, sin pulimiento alguno.
Me he dedicado a ensamblar piezas sin un plan, ni un esquema.
También, y como parte de lo mismo he permitido que el agua gotee y manche permanentemente. Esto último ya lo traía de antes -de otra experiencia con agua- pero en esta ocasión la mancha cobra un sentido poderoso, un nuevo discurso para mí que escuché en una conferencia sobre Eugenio Dittborn hecha por Justo Pastor Mellado en Casa Mario hace tres semanas: La mancha acá -de aceite quemado de motor, de semen, de sudor, de agua de pantano, de sangre- es lo que toca. La mancha es lo que se manifiesta como totalidad, como cuerpo presente, la mancha nos diferencia del fantasma. La mancha nos recuerda que antes que sujetos -sujetados, encarcelados al lenguaje- somos máquinas que goteamos, un sistema de bombeo, drenaje, tubos, un ecosistema blando, de tejido y olores pulsando.
Antes, al comienzo del Estudio para una Fuente para el Espacio de una Ruina, deseaba hacer un cauce, una especie de riachuelo. Luego con el tiempo hallé tambores plásticos reciclados que aún tenían una película residual de algún químico viscoso, estos tambores industriales me interesaron como verdad, y decidí girar en torno a ellos. En la presente instalación hay 5 mitades como estanques constelando colgados.
Cuando puse a flotar los estanques blancos en ese recinto, me di cuenta que estaba dialogando con los cuerpos que padecieron el recinto, que eran cuerpos flotando conectados, entubados, drenando, y supuse que estaba realizando en el fondo algún tipo de mediumnidad, pero no del espíritu, sino de las bio-máquinas llenas de cavidades y arterias que ahí se hundieron en la oscuridad y cayeron.
Este ensamblaje parásito en la estructura moribunda del recinto es entonces, y pese a que intenté esquivarlo, un santuario. Un santuario que se configura como fuente de aguas con vegetación pantanosa, de raíces expuestas, siempre en circulación y que da cuenta más explícita y literalmentemente de lo que yo hubiera imaginado, de los cuerpos que fueron a sangrar, sudar y llorar a ese sitio.
Cuando entré a este recinto los primeros días recité como mantra la antigua oración:
ígne natura renovatur integra [el fuego de la naturaleza lo renueva todo]
RESIDENCIA TEMPORADA 27, SALA TALLER V, EAC
PROYECTO «LA REVERSIÓN DE LA ENTROPÍA» DE CRISTIAN ESPINOZA
Selección de Fernando Sicco, director EAC
Septiembre a Noviembre 2017, Montevideo
Colaboración/Agradecimientos: Elena Teliz, Leo Damonte, Marcelo Salum, Rafael Marchetti
LLUEVE EN EL INTERIOR DE LA RUINA (es una virtud de las ruinas)
El espacio en ruina donde construí la fuente se llueve cuando hay un temporal sobre el río de la Plata. Decidí que el lugar donde ensayaría la fuente sería exactamente el sitio en que se filtraba el agua bajo el techo derruido.
Para eso observé y registré los puntos de filtración. Mi esperanza era que la fuente tendría su plena actividad con el agua de lluvia recogida por los bidones reciclados; por ello los bidones fueron puestos en los lugares donde se producía la mejor entrada del temporal, fueron entendidos como receptaculos de esta fuerza exterior que empujaba hacia adentro con la posibilidad de lavar en muchos sentidos el recinto.
Esa agua sería puesta a circular enseguida y se comportaría como una extensión fingida de la tormenta. Una máquina-prótesis que, de cierto modo, irrigaría un poco más la lluvia como movimiento, como circulación que avanza.
No permitir, en lo posible, su estancamiento, expandir el tiempo de caída en el área que la lluvia había decidido infiltrar, suspender por un tiempo el momento previo al destino en el pavimento.
Me permito aprovechar este momento de la memoria del proyecto para recordar tres imágenes de obras en que Tarkovsky plantea la lluvia dentro de recintos, como si invirtiera la relación entre exterior e interior haciendome interpretar este acontecimiento opuesto a lo que imaginamos como hecho de la morada.
El maximo interior, el cobijo -en el punto de las revelaciones en sus historias- es tomado por las fuerzas del inconsciente (la tormenta), liberando a la consciencia del diluvio simbólico que siempre a desenmascarado el agua, recuperando el dominio de las fuerzas del alma(de los deseos) por sobre las de la actitud consciente

Escenas de Stalker y Nostalghia de A.Tarkovsky
Que llueva en el interior de un recinto -pensando en Nostalghia, Stalker o Solaris- para mi, es toda una rev(b)elación de como puedo interpretar un máximo interior, pensando por ejemplo en el sanctasanctórum, lugar de secreto, como depositario de las potencias matrices que motorizan la conexión con lo real.
Así como en el hogar, el centro es signado por el fuego (fugare-hogare), en la ruina, el agua toma el lugar del huevo órfico, en el sentido de verdad indestructible que sobrevive a los escombros (y los precede retroactivamente), superior en intensidad a los planes que dieron lugar a lo que devino en ruina, a las catástrofes humanas que sucedieron hace tiempo cuando fue ocupada esta ruina específica (carcelaria y de exterminio).
DETALLES
ESTRUCTURA PRIMARIA
BOCETOS